¡Ay de vosotras, almas perversas! No esperéis ver nunca el Cielo. Vengo para conduciros a la otra orilla, donde reinan eternas tinieblas, en medio del calor y del frío. Y tú, alma viva, que estás aquí, aléjate de entre esas que están muertas. (dante)

martes, 25 de enero de 2011

La actitud dominante


Hola a todas/os:

       No hay mayor sumiso que un dominante, a excepción de  papanatas  buscadores de sexo fácil, u otros muchos animalitos varios dispersos. El ser dominante  es un perfeccionista, toda su vida se transforma para este fin y constantemente esta maquinando y renovando sus votos. En cualquier sitio donde se halle, donde otros ven objetos cotidianos en su mente se fraguan nuevos sistemas para el próximo acto; practica en silencio nuevas escenas, hace y deshace una y otra vez  la función perfecta, las palabras justas, la exacta coreografía.

       Maestro de títeres y constantemente aprendiz, el ser dominante baraja siempre con las dos caras de la moneda. Ángel y demonio al mismo tiempo, debe mediar en todo momento entre su instinto y la realidad. Psicólogo, anatomista, sexólogo, amigo, confidente, maestro, tramoyista, actor secundario y director al mismo tiempo, pues él no es el personaje principal de la obra.

       El mundo del dominante se rige por estrictas normas y parámetros en los que, para mas INRI, el porcentaje esta a un sumiso/a, diez amos/a. La recompensa del dominante es la entrega de su sumiso/a, esfuerzo no siempre correspondido. El dominante es un jardinero, tiene que plantar semillas, esperar tiempo a que crezcan, podar, trabajar y tratar para luego recoger los frutos.

       La satisfacción está en el camino, viendo como su trabajo va dando resultado, como de vez en cuando recibe verdadero reconocimiento y  agradecimientos  sinceros hacia su labor y no sólo los que son propios del guión.

       También está la belleza de los ojos sumisos, la sonrisa agradecida y juguetona, el cuerpo entregado con su alma y el momento robado al tiempo cuando la satisfacción es plena. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario